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Número 27 - Septiembre de 2011  

Artículos
¿Cómo superar el estado de negligencia?
Maria Isabel Naranjo

Tomas Kilpper. Artista alemán. Invitado del MDE11. 55 años. Alto, delgado, circunspecto.
Desde pequeño tuvo desencuentros con su padre, quien militó en el Ejército Nazi. Abrazó
el activismo para defender los Derechos Humanos. A los trece años supo que quería ser
artista. A los 33 vio cómo caía el Muro de Berlín y conoció la Alemania del Este.

 
Tomas Kilpper
 

—AIϿиƎБIlБЭи…¿Qué dice acá?
—Jorge, vos si sos marica, ¿no ves que es el negativo de la obra? El grabado está al revés en el piso para que se vea "al derecho" en las telas. Ahí dice NE-GLI-GEN-CIA.

Jorge y Camilo estaban hartos del paro universitario y acordaron verse en el Teatro Pablo Tobón Uribe para dejar de lavar los platos en la casa sin recibir el bien merecido sueldo de estudiante. Se encontraron a las 3:00 de la tarde en uno de los pasillos que conducen al escenario y allí pretendieron adivinar quiénes son los personajes que eligió Tomás Kilpper para tallar en el foso de la orquesta del Teatro.

Su obra se llama ¿CÓMO SUPERAR EL ESTADO DE NEGLIGENCIA?, así, en mayúsculas, para disimular lo de "Estado". Son 16 rostros de personajes que recrean la historia del país de los últimos 40 años; de la historia no oficial, por supuesto. La técnica que usó se llama xilografía. Lo asistieron siete artistas. Terminó en 15 días.

—Jorge, comenzá con el primer personaje de la izquierda.
—Eh, mmm, no, ni idea. ¿Quién es? Con esa boina debe ser anticomunista.
—En este papel que nos dieron a la entrada (Papel bond. Blanco. Tiene 16 números. A cada personaje le corresponde un número y una nota explicativa) dice que es el General William P. Yarborough. En el año 62 instruyó a soldados y a civiles en la lucha contra la insurgencia. Yo no lo reconocí, pero en el país perfecto de antes, en el que Tomás Uribe salía en pantaloneta y chanclas a comprar la leche en la tienda de al lado de Palacio, este beato norteamericano estaba enmarcado al lado del Corazón de Jesús, como lo estuvo Mariano Ospina en la casa de mi bisabuela.
—¡Ja! Y pa'colmo se murió a los 92 años, como se van a morir los que hacen la guerra en este país: de viejos. Su turno, Camilo.
—Esa de la esquina inferior derecha sé que la vi en algún libro o enciclopedia del colegio.
—La que está viendo es la Flor del Trabajo.
—Ah, pero es que ahí toda tallada quién va a reconocer a María Cano, una mujer tan adelantada, demás que por eso vivió tantos años. Siga con la que está al lado del anticomunista, justo sobre su gorro militar.
—Le confieso que en mi vida la había visto.
—Acá dice: Lucy Amparo Oviedo de Arias. ¿Le suena?
—Ni idea.
—Ella es uno de los desaparecidos de la toma del Palacio. ¡Ja! otro caso aislado, nada que mancille el orgullo del glorioso Ejército Nacional.

Los personajes elegidos por Kilpper no son arbitrarios. Algunos fueron sugeridos por su grupo de trabajo. Otros los encontró en búsquedas documentales y en Internet. Eligió a protagonistas, pero también a olvidados de la historia oficial del conflicto colombiano. Personas amenazadas. Personas asesinadas. Personas desaparecidas. Personas que señalan. Thomas se siente privilegiado de ser un extranjero con tiempo limitado para comprender qué sucede en Colombia: "Lo digo y luego go out", piensa.

No es una obra arbitraria. Es su manera de hacer arte. State of Control (2009). Alemania del Este. Antiguo Ministerio de Seguridad del Estado (Stasi). Veinte años después de la caída del Muro de Berlín, el artista alemán hace una intervención a gran escala (1.600 m2) en el piso de madera del abandonado Stasi, con una retrospectiva histórica sobre los diferentes conceptos de la vigilancia y represión estatal, desde la época del nazismo hasta hoy. Le toma tres años conseguir el permiso. Le parece extraño hacer algo similar en el piso de un teatro, "un templo de la cultura", dice.

—Jorge, qué me decís de ese que está al lado de doña María Cano.
—Qué voy a decir de Uribe… fue un mayordomo que se soñó dueño de la finca y ahora que llegó el patrón, reprochándole sus excesos y decisiones autocráticas, es preso de su ira y todos los días mira cada vez más al monte y las botas de caucho que tiene en el rincón. ¡Ja! Y mirá quién está al lado de Lucy Amparo.
—Ni más ni menos que el mayor genocida de Colombia. Más de 170 mil muertos se le suman a su prontuario.
—El "estimadísimo" Carlos Castaño, todo un académico de la guerra irregular.

Daniel Gómez, Julián Carvajal, Andrés Layos, Laura Pérez, Marcela Patiño, Fabián Orozco, Pablo Román, y junto a ellos, Thomas. Todos arrodillados en el piso, exigiéndose cada día perforar la madera. Sudando. Tallando. Para hacer cada rostro utilizaron las herramientas tradicionales: gubias y mototool.

Hubo personajes que exigieron el empleo de herramientas pesadas como una sierra eléctrica, una ruteadora y una amoladora. Por ejemplo, Castaño no podía hacerse con otra cosa que no fuera una sierra. "Tenía que ser contundente y agresiva", me diría Thomas.

—Ese que le sigue a Castaño no tengo ni idea de quién es.
—Un tal Frantz Fanon. Acá dice que fue revolucionario, siquiatra, filósofo y escritor francés; miembro del Frente de Liberación Argelino.
—Quién sabe por qué lo pondría el artista en este grabado de la historia patria.

Latinoamérica. Colombia. El mundo. Todo se relaciona. Frantz Fanon y Chico Mendes —quien también aparece en el grabado— fueron activistas. Thomas me diría que los leyó en su juventud. Fueron muy importantes cuando se interesó en teorías sobre el neocolonialismo.
—Ese que está al lado de Raúl Reyes se parece a Bernardo Jaramillo Ossa.
—Sí, es él. Uno de los más exitosos productos de la FCPIMC S.M.A. (Fábrica de Candidatos Presidenciales de Izquierda Muertos de Colombia. Sociedad muy Anónima).
—Y la señora que está cerca de lo que parece un zapote, por el lado de Castaño.
—Ve, no había visto los árboles, las matas y las frutas. Es doña Rosalba Gaviria Toro, sindicalista. La Fiscalía la absolvió por falta de pruebas de un proceso penal por rebelión y concierto para delinquir.
—¿Y por qué habrá puesto un zapote?

En esta, su primera visita a Latinoamérica, Kilpper conoció el nombre y el sabor del zapote y la granadilla, y pudo comer platos generosos de papaya y piña. Las frutas, junto con algunas plantas de Cannabis en el grabado, representan la riqueza y diversidad del país.

—¿Quién es el que sonríe al lado de doña Rosalba?
—Es Héctor Abad Gómez, todo un humanista. Fue asesinado por paramilitares en 1987.

—Lloré su muerte muchos años, leyendo el libro de su hijo. Ese testimonio de "amor", es la razón por la cual Héctor Abad Faciolince escribe en vez de salir a vengarse, como otros muchos huérfanos que deja la patria.
—No me haga esa cara de que no sabe quién es la que está al lado de Chico.
—Mmm… mejor leo: Liliany Patricia Obando. Dice que la detuvieron en 2008 por vínculos con las Farc. Estos grabados con tanto sindicalista me hacen pensar que estamos como paranoicos con la izquierda.

La relación entre el arte y la política es compleja. A Thomas le gusta plantear algunas preguntas sobre algunos problemas que quizá le interesen a algunas personas, "pero el arte no tiene la capacidad de poner a pensar a toda la sociedad", concluye.

—Es imposible que alguien no reconozca a Jaime Garzón. Esta sociedad premoderna no aguantó la sátira de sus comentarios.
—Yo era un niño cuando resolví que si a Jaime lo mataron y él hacía reír a la gente, aquí no había esperanza para nadie… Ve, mirá ese tan chiquito, al lado de la piña. —Ese es el que ocupó la dirección del DAS.
—El chivo expiatorio de Jorge Noguera. Por ahí dicen que a uno nadie le quita lo bailao; seguro no olvidará cómo se sintió cuando era un "intocable", una especie de James Bond cruzado con Ray Liotta en Goodfellas.
—Oíste, ¿a vos no te parece que falta alguien?
—Muchos, pero esto es arte, no un archivo histórico.
—No, pero es que a mí sí me queda como faltando alguien.

Thomas admite que hubo un personaje que se le quedó por fuera: Pablo Escobar. Un olvido que podría tacharse de «negligencia».

Una foto: restos de barcos estrellados en una isla con 20 kilómetros cuadrados de aridez. Otra foto: miles de inmigrantes hacinados. Thomas Kilpper pasa estas imágenes en su computador para que yo las vea. Son las de su próximo proyecto: construir un faro en la isla italiana de Lampedusa, con una luz para guiar a los cerca de 20 mil inmigrantes que llegan allí cada año intentando entrar a Europa. ¿Qué podemos hacer? Es la pregunta que tiene Kilpper en mente, es la misma pregunta de siempre. Es su forma de hacer arte. UC

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