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Número 09 - Febrero de 2010  

Antimateria

 
Arroz con plata   De sol a sol

Ante todo, una advertencia: no tenemos pruebas de lo que usted va a leer a continuación, pero hay evidencias que uniéndolas obligan a un comentario por lo menos.

Resulta que por los mismos días en que René Higuita organizó su despedida del fútbol, estábamos erizados por la tragedia de Haití y, en consecuencia, llenos de solidaridad, deseosos de mandarle ayuda a esos infortunados del Caribe. Entonces"se dieron las cosas", como dicen siempre los futbolistas. No sabemos quién exactamente pero alguien aprovechó las coincidencias y golió.

Al parecer (así se dice cuando sólo hay pistas) algunos de los organizadores de la despedida juntaron la cívica empresa con otra, esa sí muy comercial, y le pidieron a los fanáticos que además de pagar la entrada al estadio llevaran una libra de arroz para los damnificados haitianos. Y fueron tajantes con la generosidad: Sin arroz nadie entra.

Sabemos de entidades que quisieron ampliar la oferta alimenticia y abogaron porque también pudieran entrar los que llevaran latas de atún o de sardinas, o agua embotellada, o incluso otros artículos que se necesitan como pañales, zapatos, etc., pero recibieron un rotundo NO de los organizadores."Llevan arroz o se quedan afuera" respondieron, sáltandose el sentido común y las recomendaciones de la Cruz Roja, que ante la escasez de agua en el destruido país rogaba que no se enviaran alimentos que precisaran de ella para su preparación.

Así fue que en la despedida del Loco, en los alrededores del Atanasio aparecieron, con estratégica disposición, carpas que vendían un arroz, casualmente, muy caribe. Tenían la exclusividad de "salvar" a los hinchas distraidos que no llevaban la exigida librita. Y el arroz se vendió como arroz.

No queremos que esto se convierta en denuncia ni meternos en problemas, somos un periódico pobre y frágil al que tumba la demanda más chiquita. Con esta historia únicamente pretendemos, en tono de servicio social, avisarle a los lectores que la tradición cambió: Ya no sólo hay que llevar arroz a los matrimonios comunes y corrientes; ahora también hay que llevar arroz a los matrimonios de intereses.

  Antimateria, De sol a sol
Dijeron que venía el Circo del Sol a irradiar los Juegos Suramericanos de Medellín. Que no, que fue un enredo, que el que viene es Dragone. Bienvenido sea, también es bueno. Vaya siendo hora de abrir de par en par las puertas de este valle, que ya de mirarse el ombligo está rechoncho. Algo aprenderemos.


Sin embargo, inevitablemente, por tercermundistas, amargosos, complicados, ponepereques o lo que sea, la llegada de la fastuosa tropa de maromeros extranjeros nos pone a pensar en los equilibristas, payasos y tragafuegos de aquí, los que a diario vemos presentar su función en los semáforos, sin importar el clima. Con algunas monedas tratamos de aplacar la profunda desigualdad que revela nuestro Circo del Solazo.

 

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