IMPRESOS LOCALES

Ghost Guessed
Tom Griggs y Paul Kwiatkowski
 
 
 
Ghost Guessed
 

El 13 de noviembre de 2009 Andrew Lindberg, un joven piloto, partió de Ciudades Gemelas para reunirse con su padre y hacer un viaje de cacería al norte de Minnesota. Nunca llegó; días después la avioneta de Lindberg fue localizada en una alejada zona rural de la Reserva India White Earth.

En Ghost Guessed, Tom Griggs y Paul Kwiatkowski exploran cómo la ausencia, a raíz de la muerte, produce recuerdos muy marcados y complejos, sin importar que tan abstractos sean. Ésta es una combinación de fotografía y prosa íntima que muestra las relaciones humanas filtradas por la tecnología y los medios visuales. Desde el accidente de Lindberg hasta el misterio del vuelo 370 de Malaysia Airlines, Ghost Guessed refleja el modo en que procesamos una pérdida mientras ella se materializa en la continua digitalización de nuestras vidas.
 

 

 
A Niente

El 13 de noviembre de 2009, seis semanas después de contraer matrimonio, mi primo desapareció en un avión monomotor cerca de la ciudad de Staples, Minnesota. Salía de las Ciudades Gemelas a cazar venados con su padre, en el norte del estado.

A medio vuelo, la precipitación empezó a condensarse en el gélido cielo nocturno. La Patrulla de Aviación Civil informó después que el riesgo de que se formara hielo en las alas tal vez había obligado a Andrew a volar a menor altura, donde el aire era más cálido. A esa altitud reducida, los dos grados de diferencia entre la temperatura de los lagos y el cielo comprimieron el aire y lo convirtieron en niebla.

No había luna esa noche ni horizonte para orientarse. Un informe de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte indicó que Andrew sufrió “desorientación espacial”. Perdió la noción de la posición de su cuerpo. La Tierra dejó de servirle como punto de referencia para determinar cuál era el camino hacia abajo.

Una pista verificada llegó una noche, cuatro días después de la desaparición de Andrew. Un piloto había visto la cola de un pequeño avión en posición vertical en un área remota de la reserva india de White Earth, una cruz cenicienta entre los árboles. El piloto llamó a los oficiales de aviación federal y les dio las coordenadas del GPS, que marcaban la ubicación a 116 kilómetros al noroeste de Staples. Era demasiado tarde para comenzar las operaciones de búsqueda, el rescate tendría que esperar hasta la mañana siguiente.

Al amanecer, se abrió un sendero de tres kilómetros a través del bosque con equipo de tala, y un vehículo todo terreno trasladó el cuerpo de Andrew en un remolque, justo después del mediodía. Se detuvo ante la familia reunida para darnos la oportunidad de susurrar unas palabras y de tocarlo por última vez a través de la bolsa negra que ocultaba lo violento del choque. Los oficiales nativos hablaban ojibwe entre ellos, en voz baja.

Un médico forense recibió el cuerpo. Las aseguradoras llegaron a medir y fotografiar los restos del Piper Cherokee. Ese día nos retiramos con la ropa de búsqueda color naranja fluorescente todavía puesta. Mientras el alguacil del condado nos escoltaba para pasar en medio de reporteros y camarógrafos, mi papá se detuvo para pedirles privacidad y decirles que mi primo estaba a salvo y en las manos de Dios. La policía nos dijo que fuimos afortunados por tener un desenlace con el cuerpo. Algunos aviones que se pierden por ahí nunca son hallados.