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Número 24 - Junio de 2011   

Byron White
Pistolita, Caín y el hombre estorbo
 
Mapa   1. Marquetería de Luís Múnera
2. La Papelería Nacional
3. José Domingo Garcés
4. Ferretería
5. Almacén de don Vicente Osorio
6. Hotel Simón Bolívar
7. Joyería de David Arango
8. Librería Moderna
9. Banco Francés Italiano
10. Banco de Colombia
11. Indulana
12. Royal Bank
13. Edificio Vélez Ángel
14. Compañía Colombiana de Tabaco
 

Recuperado de un accidente, nuestro historiador urbano, el doctor Rafael Ortiz, continúa mostrándonos la carrera Bolívar.

1. La marquetería de Luís Múnera era famosa en Medellín por las vitelas y cuadros que importaba, pues muchas casas de la ciudad decoraban con obras de grandes pintores, aunque siempre han predominado las de gusto popular como Jesús mirando a Jerusalén, el mismísimo corazón de Jesús y otras por el estilo. La marquetería fue arrasada totalmente por el incendio que ocasionaron las turbas en 1948.

2. La Papelería Nacional, además de atender todas las solicitudes del comercio de la ciudad, se especializó en la venta de libros de contabilidad numerados, indispensables para presentar las cuentas a la muy exigente Cámara de Comercio.

3. José Domingo Garcés era llamado el hombre estorbo, porque donde quiera que se ejecutara una obra para el desarrollo de la ciudad, se encontraban dos o tres lotes de su propiedad. En el lote señalado, José Domingo tuvo la genialidad de construir algo que ni él mismo sabía qué era. Periódicamente llevaba materiales y ponía a unos trabajadores a levantar obra sin planificar, sin calcular, simplemente por el gusto de hacer un pastiche para que le criticaran los periodistas y los inspectores de planeación municipal.

4. Esta ferretería, la más importante de la ciudad, era de unos señores Escobar, que si no tenían cualquier pieza o equipo industrial que se necesitara, lo conseguían para el cliente.

5. El almacén de don Vicente Osorio fue el único, en su momento, que vendía sombreros aguadeños. Vicentico se hizo famoso por su exagerado amor por las mujeres, al punto que lo bautizaron Pistolita, por tener un hijo medio tarado y por adorar a Laureano Gómez, a quien el día de su cumpleaños le enviaba kilométricos telegramas de felicitaciones. La aberración de pellizcarle la nalga a las muchachas y agacharse a tocarles las piernas, le ocasionó un serio incidente: una francesa que estaba de paso en la ciudad le asestó una certera patada entre las 5 y las 7.

6. Esta edificación fue construida especialmente para el Hotel Simón Bolívar, que funcionó en el segundo piso como uno de los mejores de la ciudad, soporte indiscutible del turismo de la época y muy concurrido por los agentes vendedores de firmas extranjeras. En la planta baja estaban las dependencias del cementerio de San Pedro, manejadas por Pablo Arango Mesa, autor de los borradores de la Genealogía de Antioquia y Caldas, que luego perfeccionó don Gabriel Arango Mejía.

7. La joyería de David Arango ocupaba el local de la esquina, en el primer piso de este edificio, donde también había sastrerías y agencias encargadas de fletes y negocios con papeles de exportación e importación, como Roldán Calle y Compañía, por ejemplo. En el segundo piso despachaba Caín, el famoso Barrientos de la casa china de la Avenida La Playa.

Cuentan que este edificio se salvó de los incendios del 9 de abril porque los dueños de la joyería, descendientes de David Arango, se encerraron en ella y una vez llegó la turbamulta a prender y saquear, gritaron: ¡nosotros también somos liberales, nosotros también somos rojos! Y salvaron el local y la casa.

8. Aquí tuvo abiertas sus puertas la Librería Moderna, de don Eduardo Marín, hermano de don Luis, el de la Librería Nueva. Don Eduardo unía a su espíritu de librero un gusto de sibarita que lo llevaba a consumir en su local, junto con personalidades de la población, los mejores caldos que le traían de Europa. Aunque devoto de los libros lujosos de gran formato, su espíritu comercial lo llevaba a traer series populares de pacotilla para todos los pueblos y para otras librerías de la ciudad. A su muerte dejó expósito, por mucho tiempo, el mercado de libros finos de alto precio y excelente edición.

9. Enseguida estaba el edificio del Banco Francés Italiano. Usualmente este banco tenía un gerente de la ciudad, pero el que verdaderamente mandaba allá era el señor Menotti, muy amigo de la parranda y la francachela y hermano de Giancarlo Menotti, el famoso compositor de ópera. Ellos nacieron en Cali, de una pareja italiana que había venido a trabajar en una entidad de esa nacionalidad; allí Giancarlo aprendió música, pero fue en Nueva York donde se especializó.

10. El edificio del Banco de Colombia fue escenario de uno de los robos más interesantes sucedidos en Medellín. Una banda de ladrones de alta calidad arrendó varias oficinas en los pisos superiores y desde allí planeó el robo de la Joyería París. En esas oficinas desmontaron las joyas e iban a sacarlas del país con rumbo a Centroamérica cuando la policía los detuvo.

11. La empresa Indulana, aprovechando la excelente ubicación, puso en la terraza el primer aviso en colores que tuvo la ciudad, que además era eléctrico y tenía movimiento. De noche, servía de referencia para ubicar el Parque de Berrío.

12. El edificio del Royal Bank fue clásico entre los clásicos de Medellín y tenía como distintivo especial una cúpula que cubría sala de atención al público, y que daba una sensación de seguridad y solidez extraordinaria. Lo demolieron, con gran parte de otros edificios, cuando llegó el ensanche.

13. El Vélez Ángel fue construido en un estilo moderno y vendido posteriormente a un banco. La fachada había sido decorada por unas esculturas en bajo relieve que el contratista de la reforma retiró y montó en camiones. No se volvió a saber de ellas.

14. La Compañía Colombiana de Tabaco inicialmente tenía un edificio en la mitad de la cuadra pero las necesidades de su crecimiento la obligaron a adquirir varios locales adyacentes hacia la calle Boyacá y posteriormente hacia el Occidente, incluyendo el de la Librería Nueva. Este amasijo de edificios fue derribado luego para construir el que hoy pertenece a la Universidad Rémington.UC

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