"Lugar muy simpático es, adornado de árboles donde se recibe aire fresco y puro. Se le cambió el nombre por el de la plaza de Sucre, sin que del gran Mariscal encontremos allí nada más que el nombre, porque lo que adorna el centro de este sitio es una bella estatua del glorioso José María Córdova. Como ambos grandes hombres merecen estatua y plaza, hoy le debemos una plaza a Córdova y una estatua a Sucre".
Lisandro Ochoa. Cosas viejas de la Villa de La Candelaria. 1948.