Número 100, septiembre 2018

Almorzar trancado con tres monedas es un sueño para famélicos, caminantes sin rumbo, empleados ahorradores y gorreros de esquina. Aquí no se clasifica ni con estrellas ni con tenedores, lo que vale es el tamaño de la montaña de arroz, el fondo del plato para los frijoles o la sopa de pasta y las promesas de la carne. No se gasten la plata del trago en comida. Sigan esta ruta gastroanémica.

Fotografías: Juan Fernando Ospina

Los tres golpes

Fotografías: Juan Fernando Ospina

Doña Gloria
Mauricio López Rueda

Fotografías: Juan Fernando Ospina

Sazonando el viaje
Simón Murillo Melo

Fotografías: Juan Fernando Ospina

Engullir en Ben-Hur
Andrés Delgado